El mundo y sus demonios






Autor:Carl Sagan
PREFACIO

Mis profesores

En otoño de 1939 había una tormenta y era agradable estar dentro de cas por que estaba cálido, pero la semana anterior el se había peleado con Snoony Ágata del 3er piso y tras un golpe su puño atravesó el cristal, lo tuvieron que llevar al doctor donde le pusieron 2 puntos pero al parecer nadie ni sus padres se habían enojado con el.

Un domingo del mismo año su padre le habla explicando la aritmética y el quiso escribir los números del 1 al 1000 pero como se iba air a bañar su papa le ayudo a completar la numeración. También en ese mismo año sus papas lo llevaron a la feria de New York donde estaban enterrando una capsula del tiempo de 1939 para un futuro lejano. El les había dicho a sus padres que quería ser astrónomo y recibió el apoyo incondicional de sus padres. Antes los maestros enseñaban la división como si fuera un libro de cocina (largo). En el segundo curso tuvo un maestro de algebra que le permitió saber mucho de las matemáticas. En todos esos años mantuvo su interés por la ciencia leyendo libros de ficción científica.

En la universidad encontró profesores que realmente eran capaces de explicar la ciencia. Tuvo la oportunidad de hablar de química con Harold Urey.En Kuiper vio por primera vez el llamado calculo sobre servilleta. El dijo que hoy se valoraba a los profesores por su manera de enseñar, por su capacidad de transmitir información e inspirar a la futura generación. El siempre se había sentido agradecido de sus maestros de la época de los 50 pero apreciaba mucho mas a sus papas por haber recibido apoyo incondicional de ellos.




CAPITULO 1

Lo más preciado.


Toda nuestra ciencia, comparada con la
Realidad, es primitiva e infantil... y sin
Embargo es lo más preciado que tenemos.
ALBERT EINSTEIN
(1879-1955)
Cuando el bajo del avión e iba a una conferencia de científicos y comentarista de televisión para  mejorar la presentación de la ciencia en la televisión, un señor lo esperaba con un pedazo de cartón con su nombre, el señor le dijo que se llamaba William. William le dijo a el que tenia muchas preguntas sobre la ciencia. Y se pusieron a hablar. Pero no de ciencia. William quería hablar de los extraterrestres congelados que languidecían en una base de las Fuerzas Aéreas cerca de San Antonio, En cierto modo William era un hombre bastante leído. Mientras bajaban bajo la lluvia el se dio cuenta de que William estaba cada vez más taciturno. El señor « William Buckiey» —que sabía hablar, era inteligente y curioso—no había oído prácticamente nada de ciencia moderna.

La ciencia origina una gran sensación de prodigio. Pero la pseudociencia también. En todo el mundo hay una enorme cantidad de personas inteligentes, incluso con un talento especial, que se apasionan por la ciencia, todas las generaciones se preocupan por la decadencia de los niveles educativos. De los quinientos treinta y cinco miembros del Congreso de Estados Unidos, por extraño que parezca a finales del siglo XX, sólo el uno por ciento tiene unos antecedentes científicos significativos. El último presidente con preparación científica debió de ser Thomas Jefferson. Pero la superstición y la pseudociencia no dejan de interponerse en el camino para distraer a todos. Todos los  ejemplos de pseudociencia. Pretenden utilizar métodos y descubrimientos de la ciencia, mientras que en realidad son desleales a su naturaleza, la pseudociencia es más fácil de inventar que la ciencia, porque hay una mayor disposición a evitar confrontaciones perturbadoras con la realidad. En el corazón de alguna pseudociencia se encuentra la idea de que el deseo lo convierte casi todo en realidad. Qué satisfactorio sería, como en los cuentos infantiles y leyendas folclóricas, satisfacer el deseo de nuestro corazón sólo deseándolo, la distinción más clara entre la ciencia y la pseudociencia es que la primera tiene una apreciación mucho más comprensiva de las imperfecciones humanas y la falibilidad que la pseudociencia.

Para el divulgador de la ciencia es un desafío supremo aclarar la historia actual y tortuosa de sus grandes descubrimientos y equivocaciones, y la testarudez ocasional de sus practicantes en su negativa a cambiar de camino.



CAPITULO 2

CIENCIA Y ESPERANZA


Dos hombres llegaron a un agüero en el cielo. Uno le pidió
al otro que le ayudara a subir... Pero el cielo era tan bonito
que el hombre que miraba por encima del margen; lo olvidó
todo, olvidó a su compañero al que había prometido ayudar y
salió corriendo hacia todo el esplendor del cielo.

El fue niño en una época de esperanza, el siempre quiso ser científico, antes el no seguro de que entonces supiera siquiera el significado de la palabra ciencia, le llamaba la atención el esplendor del universo. El dice que la ciencia es más que un cuerpo de conocimiento, es una manera de pensar. El también se imagina que en el futuro cuando tenga a sus hijos y nietos Estados Unidos será una economía de servicio e información. También cree que los temibles poderes tecnológicos estarán en manos de unos pocos y nadie que represente el interés público se podrá acercar siquiera a los asuntos importantes, pero la caída en la estupidez de Norteamérica se hace evidente principalmente en la lenta decadencia del contenido de los medios de comunicación. Hemos preparado una civilización global en la que los elementos más cruciales dependen profundamente de la ciencia y la tecnología. Es mucho lo que la ciencia no entiende, quedan muchos misterios todavía por resolver. En un universo que abarca decenas de miles de millones de años luz y de unos diez o quince miles de millones de años de antigüedad, quizá siempre será así. Pero la ciencia está lejos de ser un instrumento de conocimiento perfecto, los científicos suelen ser muy cautos al establecer la condición verídica de sus intentos de entender el mundo —que van desde conjeturas e hipótesis, Uno de los grandes mandamientos de la ciencia es: Desconfía de los argumentos que proceden de la autoridad. Pero en su encuentro con la naturaleza, la ciencia provoca invariablemente reverencia y admiración. «Espíritu» viene de la palabra latina «respirar». Lo que respiramos es aire, que es realmente materia, por sutil que sea, la ciencia puede ser difícil de entender. El proceso de la ciencia puede parecer confuso y desordenado. En cierto modo lo es. Hace muchas décadas, en una cena, se pidió al físico Robert W. Wood que respondiera al brindis: «Por la física y la metafísica.» Por Metafísica se entendía entonces algo así como la filosofía, o verdades que uno puede reconocer sólo pensando en ellas. También podían haber incluido la pseudociencia. Para el hay cuatro razones principales para realizar un esfuerzo concertado que acerque la ciencia pero a pesar de eso en todos los usos de la ciencia es insuficiente. • A pesar de las abundantes oportunidades de mal uso, la ciencia puede ser el camino dorado para que las naciones en vías de desarrollo salgan de la pobreza y el atraso. • La ciencia nos alerta de los riesgos que plantean las tecnologías. • La ciencia nos enseña los aspectos más profundos de orígenes, naturalezas y destinos. • Los valores de la ciencia y los valores de la democracia son concordantes, en muchos casos indistinguibles. Un ser extraterrestre recién llegado a la Tierra —si hiciera un examen de lo que presentamos principalmente a nuestros hijos. podría llegar fácilmente a la conclusión de que queremos enseñarles asesinatos, violaciones, crueldad, superstición, credulidad y consumismo. Insistimos en ello y, a fuerza de repetición, por fin muchos de ellos quizá aprendan.

CAPITULO 3

EL HOMBRE DE LA LUNA Y LA CARA DE MARTE


El Dice que cada campo de la ciencia tiene pseoduciencia, los geofísicos tienen que enfrentarse a Tierras planas Los botánicos tienen plantas cuyas apasionantes vidas emocionales se pueden seguir con detectores de mentiras, los antropólogos tienen hombres-mono supervivientes, los zoólogos dinosaurios vivos y los biólogos evolutivos
tienen a los literalistas bíblicos pisándoles los talones. Los arqueólogos tienen antiguos astronautas,etc. Pero, como el trabaja con planetas, y como me le ha  interesado la posibilidad de vida extraterrestre, las pseudociencias que más a menudo aparecen en sui camino implican otros mundos y lo que con tanta facilidad en nuestra época se ha dado en llamar «extraterrestres».La Luna, durante la mayor parte de la historia —antes de las nave espaciales, antes de los telescopios, cuando estábamos todavía prácticamente inmersos en el pensamiento mágico— era un enigma. Casi nadie pensaba en ella como un mundo. ¿Qué vemos realmente cuando miramos la Luna a simple vista? Discernimos una configuración de marcas irregulares brillantes y oscuras. El Hombre de la Luna es en realidad un registro de antiguas catástrofes, es una presunción característica de nuestra especie darle una cara humana a la violencia cósmica aleatoria. Cuando la cara es de un personaje religioso —como, por ejemplo,
una tortilla que parece exhibir la cara de Jesús— los creyentes tienden a deducir rápidamente la intervención de Dios. Se describen e ilustran muchos ejemplos de este tipo en un libro de 1979 titulado Parecido natural, de John Michell, un británico entusiasta de lo oculto. Toma en serio las afirmaciones de Richard Shaver, quien como describiré más adelante— representó un papel importante en el origen del
entusiasmo por los ovnis en Norteamérica. Michell nos muestra una fotografía del Sol tomada con rayos X que parece vagamente una cara. En gran parte, la idea de que Marte albergaba vida, así como la prevalencia de los «marcianos» en la ficción popular, deriva de los canales. Toda una sucesión de científicos profesionales incluyendo astrónomos famosos que hicieron otros descubrimientos ahora confirmados y celebrados con justicia. Durante la época de los aterrizajes lunares del Apolo, muchos aficionados —propietarios de pequeños telescopios, defensores de los platillos volantes, escritores para revistas aeroespaciales— estudiaron detenidamente las fotografías aportadas en busca de anomalías que hubieran pasado inadvertidas a científicos y astronautas de la NASA. Pronto hubo informes de letras latinas gigantes y números árabes inscritos sobre la superficie lunar, pirámides, caminos, cruces, ovnis resplandecientes. Marte es mucho más clemente que Venus, aunque las sondas de aterrizaje Viking no proporcionaron ninguna prueba convincente de vida, en Marte hay algunas montañas pequeñas que parecen pirámides. En la alta meseta del Elisio hay un grupo de ellas —la más grande mide varios kilómetros en la base, hay un lugar en Marte llamado Cidonia donde se encuentra una gran cara de piedra de un kilómetro de ancho que mira hacia el cielo sin pestañear. Es una cara poco amistosa, pero parece reconociblemente humana. «La Cara» de Marte se compara a «caras similares... construidas en civilizaciones de la Tierra. Las caras miran hacia el cielo porque miran a Dios».Una cara falsa, supuestamente tomada por el Mars Observer en órbita cerca de Marte, demuestra, según un «importante científico espacial» inexistente, que los marcianos colonizaron la Tierra hace doscientos mil años. La información se oculta, según declara, para impedir el «pánico mundial».Aunque quede claro para todo el mundo que esas figuras de Marte son geológicas y no artificiales, el teme que no desaparecerán las caras monumentales en el espacio. En general, los científicos abren su mente cuando exploran nuevos mundos. Si supiéramos de antemano lo que íbamos a encontrar, no tendríamos necesidad de ir. El espacio tiene maravillas suficientes sin tener que inventarlas.
Capitulo 4

Extraterrestres
Afuera todavía estaba oscuro y estas todavía en la cama totalmente paralizado, sientes que no puedes gritar pero hay alguien ahí, son grises de cómo un metro de alto, su cabeza es de forma de pera, sus caras son totalmente idénticas, llevan túnicas y botas. Te levantan de la cama y te llevan a su nave, exploran todo tu cuerpo especialmente las partes sexuales. Si eres un hombre, puede que te saquen muestras de esperma; si eres mujer, pueden extraerte óvulos o fetos, o implantarte semen. Te pueden obligar a mantener relaciones sexuales. Después te pueden llevar a una habitación diferente donde unos bebés o fetos híbridos, en parte humanos y en parte como esas criaturas, te devuelven la mirada. Finalmente, esos emisarios grises y melancólicos te conducen fuera de la nave espacial y atraviesan la pared para depositarte en tu cama. Cuando recuperas la capacidad de moverte y hablar... ya no están. Puede ser que no recuerdes el incidente de inmediato.
Según se revela en repetidas encuestas a lo largo de los años, la mayoría de los americanos creen que nos visitan seres extraterrestres en ovnis. La cuestión de si los encuestados habían sido secuestrados realmente por extraterrestres no se planteó nunca. Si creyésemos la conclusión alcanzada por los que financiaron e
interpretaron los resultados de esta encuesta, y si los extraterrestres no son parciales con los americanos, el número de abducidos en todo el planeta sería superior a cien millones de personas. sorprendente que no lo hayan notado más vecinos. ¿Por qué unos seres tan avanzados en física e ingeniería —que cruzan grandes distancias interestelares y atraviesan paredes como fantasmas— son tan atrasados en lo que respecta a la biología? ¿Por qué, si los extraterrestres intentan llevar sus asuntos en secreto, no eliminan perfectamente todos los recuerdos de las abducciones? ¿Demasiado difícil para ellos? ¿Por qué los
instrumentos de examen son macroscópicos y recuerdan tanto lo que podemos encontrar en el ambulatorio del barrio? ¿Por qué tomarse la molestia de repetidos encuentros sexuales entre extraterrestres y humanos? ¿Por qué no robar unos cuantos óvulos y esperma, leer todo el código
genético entero y fabricar luego tantas copias como se quiera con las variaciones genéticas que se quiera? Hasta nosotros, los humanos, que todavía no podemos cruzar rápidamente el espacio interestelar ni atravesar las paredes, podemos clonar células. ¿Cómo podríamos ser resultado los humanos de un programa de cría extraterrestre cuando compartimos el 99,6% de genes activos con los chimpancés? . La expresión «platillo volante» fue acuñada cuando el empezaba el instituto. En los periódicos había cientos de historias de naves de otros mundos en los cielos de la Tierra. Y, sin embargo, ni un solo adulto de los que el conocía sentía la menor preocupación por los ovnis. No podía entender por qué. No se necesita un nivel muy avanzado para dominar los principios del escepticismo, como demuestran la mayoría de los usuarios de coches de segunda mano. Pero las herramientas del escepticismo no suelen estar al alcance de
los ciudadanos de nuestra sociedad.



Capitulo 5
Argucias y secretos
Cuando se informó a la madre del célebre abducido Travis Walton de que un ovni había fulminado a su hijo con un rayo y luego se lo había llevado al espacio, contestó con poca curiosidad: «Bueno, así es como ocurren las cosas.» Una vez eliminados de la serie de datos los fenómenos naturales, los engaños y las aberraciones psicológicas, ¿queda algún residuo de casos muy creíbles pero extremadamente raros, sobre todo casos sustentados por pruebas físicas? ¿Hay una «señal» oculta en todo este alboroto? Desde mi punto de vista, no se ha detectado ninguna. Se nos bombardea regularmente con extravagantes declaraciones sobre ovnis que nos venden en porciones digeribles, pero muy rara vez llegamos a oír algo de su resultado. No es difícil de entender: ¿qué vende más periódicos y libros, qué alcanza una mayor valoración, qué es más divertido de creer, qué es más acorde con los tormentos de nuestra época: un accidente de naves extraterrestres, estafadores experimentados que se aprovechan de  los crédulos, extraterrestres de poderes inmensos que juegan con la especie humana o las declaraciones que derivan de la debilidad y la imperfección humana?.
Por lo que he visto, la manera de proceder de mucha gente está altamente predeterminada. Algunos están convencidos de que el testimonio de un testigo ocular es fiable, que la gente no inventa cosas, que las alucinaciones o tergiversaciones a esta escala son imposibles, y que debe de haber una vieja conspiración gubernamental de alto nivel para ocultamos la verdad a los demás. Yo fui miembro del comité del Consejo Asesor Científico de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos que investigó el estudio de los ovnis llamado «Proyecto Libro Azul. Desde luego, eso no excluye la posibilidad de que en alguna otra parte se desarrollara otro estudio de los ovnis más serio, más científico (dirigido, por ejemplo, por un general de brigada en lugar de un teniente coronel). El sistema de globos militares más famoso, que fue probado ampliamente en todo Estados Unidos a principios de los cincuenta, se llamaba «Skyhook».Philip Klass, un escéptico que se ha dedicado a los ovnis desde hace mucho tiempo, ha revelado una carta posteriormente desclasificada de fecha de 27 de julio de 1948, un año después del «incidente» Roswell, del general de división C. B. Cabell, entonces director de Inteligencia de las Fuerzas Aéreas Cabell preguntaba a los que le habían informado qué podían ser los ovnis. Él no tenía ni idea. Los objetivos de radar que llevaban los globos fueron fabricados en parte por compañías de juguetes de Nueva York, cuyo inventario de motivos decorativos parece propiciar que muchos años después se recuerden como jeroglíficos extraterrestres. También aquí tenemos todas las razones para creer que se debió de ordenar a un equipo investigador técnico de alto nivel, a los observadores de las Fuerzas Aéreas y a los civiles que mantuvieran la boca cerrada,  Tampoco aquí esta conspiración de silencio tiene por qué tener nada que ver con naves aeroespaciales de extraterrestres. Décadas más tarde, todavía hay razones burocráticas para que el Departamento de Defensa siga guardando silencio sobre aquellos problemas. Puede usarse una lógica similar para hacer que la ANS parezca parte de cualquier conspiración. Por ejemplo, según dicen, se le pidió una respuesta a una demanda de la LLI sobre lo que supiera del cantante Elvis Presley. Una de las intersecciones más estimulantes que se han comentado entre los ovnis y el secreto son los llamados documentos MJ-12. A finales de 1984, según cuenta la historia, apareció un sobre que contenía un rollo de película expuesta pero no revelada en el buzón de un productor de cine, Un estudio de 1969 de la Academia Nacional de Ciencias, aunque reconociendo que había informes «no fácilmente explicables», concluía que la explicación menos probable de los ovnis es la hipótesis de visitas de seres extraterrestres inteligentes». Pensemos en cuántas «explicaciones» distintas puede haber: viajeros del tiempo, demonios de la tierra de las brujas; turistas de otra dimensión  las almas de los muertos, o un fenómeno que no obedece a las normas de la ciencia o ni siquiera de la lógica. En realidad, cada una de esas «explicaciones» se ha propuesto con seriedad.  Es significativo que un asunto del que en realidad sabemos tan poco provoque tantas emociones.


La Aurora es una aeronave de gran altitud, extremadamente secreta,
sucesora del U-2 y el SR-71 Blackbird. Puede ser que exista o que no exista.
Capitulo 6
Alucinaciones
Los anunciantes tienen que conocer a su público. Se trata de un simple asunto de supervivencia del producto y la empresa. A continuación, una lista de titulares de anuncio (francamente típicos) de un ejemplar de UFO Universe:
• Un científico investigador descubre un secreto de dos mil años de antigüedad para obtener riqueza, poder y amor romántico.
• ¡Reservado! Más que top-secret. Por fin, un oficial militar retirado revela la conspiración gubernamental más sensacional de nuestra época.
• ¿Cuál es tu «misión especial» en la Tierra? ¡Ha empezado el despertar cósmico de los pocos trabajadores, paseantes y representantes natos de las estrellas!
De vez en cuando recibo una carta de alguien que está en «contacto» con los extraterrestres. Me invitan a «preguntarles algo». Y así, a lo largo de los años, he confeccionado una pequeña lista de preguntas. Los extraterrestres son seres muy avanzados, recordemos. Así pues, pido cosas como: «Le ruego que me proporcione una pequeña prueba del último teorema de Fermat.» O de la conjetura Goldbach. Y luego tengo que explicarles qué es, porque no creo que los extraterrestres le llamen último teorema de Fermat. El primer «contactado» por los ovnis que tuvo éxito comercial fue George Adamski. Tenía un pequeño restaurante en la falda del monte Palomar de California y montó un pequeño telescopio en el patio trasero. En la cima de la montaña se encontraba el mayor telescopio de la Tierra; el reflector de doscientas pulgadas de la Institución Carnegie de Washington y del Instituto Adamski del Observatorio de monte Palomar. Publicó un libro —que causó sensación, lo recuerdo. El experimento incitó a Betty a leer un libro que describía a los ovnis como naves espaciales de otros mundos; sus ocupantes eran hombres pequeños que a veces abducían a humanos. Poco después experimentó repetidas veces una pesadilla aterradora en la que ella y Barney eran abducidos y llevados a bordo de un ovni. Barney escuchó cómo describía el sueño a unos amigos, compañeros de trabajo e investigadores voluntarios de ovnis. El punto de vista de McDonaId sobre los ovnis no se basaba, según él, en pruebas irrefutables, sino que era una conclusión como último recurso: todas las explicaciones alternativas le parecían aún menos creíbles. Los echo tanto en falta que no me parece nada extraño que mi cerebro capte un recuerdo lúcido de sus voces. Este tipo de alucinaciones pueden afectar a personas perfectamente normales en circunstancias perfectamente ordinarias. También pueden provocarse: por una hoguera en el campo por la noche, por estrés emocional, durante ataques de epilepsia, migrañas o fiebres altas, ayunos prolongados o Insomnio.  Las alucinaciones son comunes. Tenerlas no significa estar loco. La literatura antropológica está repleta de etnopsiquiatría de la alucinación, sueños REM y trances de posesión que tienen muchos elementos comunes transculturalmente y a través de los tiempos. Las alucinaciones se suelen interpretar como posesión de espíritus buenos o malos. La mayoría de nosotros recordamos haber tenido miedo a los dos años o más de «monstruos» totalmente imaginarios pero que parecían reales, especialmente por la noche o en la oscuridad. No hay duda que la alucinación de los humanos es común. La duda sobre si existen extraterrestres, si frecuentan nuestro planeta o si nos abducen y molestan es considerable. Podríamos discutir sobre los detalles.
2do Bimestre


CAPÍTULO 7
EL MUNDO POSEÍDO POR DEMONIOS

Los dioses velan por nosotros y guían nuestros destinos, enseñan muchas culturas humanas. Las dos clases de seres, tanto si se consideran naturales como sobrenaturales, reales o imaginarios, sirven a las necesidades humanas. La creencia en los demonios estaba muy extendida en el mundo antiguo. Platón, el estudiante más célebre de Sócrates, asignaba un gran papel a los demonios: «Ninguna naturaleza humana investida con el poder supremo es capaz de ordenar los asuntos humanos —dijo— y no rebosar de insolencia y error. Platón negaba decididamente que los demonios fueran una fuente de mal, y representaba a Eros, el guardián de las pasiones sexuales, como un genio o demonio, no un dios.

Desde el principio se pretendió que los demonios eran mucho más que una mera metáfora poética del mal en el corazón de los hombres. Un tal Richalmus, abad de Schónthal, alrededor de 1270 acuñó un tratado entero sobre demonios, lleno de experiencias de primera mano: ve (aunque sólo cuando cierra los ojos) incontables demonios malevolentes, Cuando los íncubos y súcubos seducían, se percibían como un peso sobre el pecho del soñador. El papa nombró a Kramer y Sprenger para que escribieran un estudio completo utilizando toda la artillería académica de finales del siglo XV. cada miembro del tribunal tenía una gratificación por bruja quemada. El resto de las propiedades de la bruja condenada, si las había, se
dividían entre la Iglesia y el Estado. A medida que se institucionalizaban estos asesinatos y robos masivos y se sancionaban legal y moralmente, iba
surgiendo una inmensa burocracia para servirla y la atención se fue
ampliando desde las brujas y viejas pobres hasta la clase media y acaudalada
de ambos sexos. Los elementos eróticos y misóginos eran fuertes... como puede
esperarse de una sociedad reprimida sexualmente, dominada por varones, con
inquisidores procedentes de la clase de los curas, nominalmente célibes. La inseminación artificial demoníaca en la Edad Media se encuentra ya en
santo Tomás de Aquino, que nos dice en De la Trinidad que «los demonios
pueden transferir el semen que han recogido para inyectarlo en los cuerpos de
otros».Desde luego, como se apresuran a recordarme los entusiastas de las
visitas extraterrestres, hay otra interpretación de esos paralelos históricos: los
extraterrestres, dicen, siempre nos han visitado para fisgonear, robarnos
esperma y óvulos y fecundarnos. En tiempos antiguos los reconocíamos
como dioses, demonios, hadas o espíritus; sólo ahora hemos llegado a
entender que lo que nos acechaba durante tantos siglos eran extraterrestres.
Jacques Vallee ha planteado estos argumentos. Si los ovnis vienen de otro planeta u otra dimensión, ¿son enviados por el mismo Dios que nos ha sido revelado en cualquiera de las religiones principales? Podemos recordar en detalle décadas después pedazos de canciones o idiomas extranjeros, imágenes y acontecimientos que presenciamos, historias que escuchamos en nuestra infancia, sin tener conciencia de cómo nos llegaron a la cabeza. Cualquier libro de texto de protozoología, bacteriología o micología está lleno de maravillas que superan en mucho las descripciones más exóticas de los abductores extraterrestres.


CAPÍTULO 8
SOBRE LA DISTINCIÓN ENTRE VISIONES VERDADERAS Y FALSAS
Durante un breve instante noto una aparición en la habitación en penumbra: ¿podría ser un fantasma? Asombrado, me parece oler el aire salado del verano a orillas del mar en Coney Island de cuando era pequeño. En esas experiencias habituales, normalmente nos mostramos inseguros sobre qué hacer a continuación. ¿Me engañan mis ojos (u oídos, nariz o memoria)? La respuesta depende en gran medida del entorno, los amigos, las personas queridas y la cultura.
En un estudio de Alvin Lawson, de la Universidad del Estado de California, en Long Beach, un médico sometió a una sesión de hipnotismo a ocho sujetos, con un cribado previo para eliminar a los entusiastas de los ovnis. Cuando preparan el testimonio en el juzgado, los testigos reciben consejos de sus abogados. A menudo se les hace repetir la historia una y otra vez hasta que la dicen «bien». Entonces, en el estrado, lo que recuerdan es la historia que han estado contando en el despacho del abogado. En la ciencia siempre se están volviendo a valorar y confrontar las teorías con nuevos hechos; si la discordancia de los hechos es seria —más allá del margen de error—, quizá debería revisarse la teoría. En la mayoría de los casos que conocemos, se creó una comisión de investigación, formada por autoridades civiles y eclesiásticas, que  atestiguaban si la aparición era genuina... a pesar del escepticismo inicial, casi exclusivamente masculino. Pero el nivel de las pruebas no solía ser alto.

En algunos casos es posible que los relatos se compararan y coordinaran antes de dar testimonio. A menudo el testigo ve la aparición justo después de despertar. A pesar de todo, en la mayor parte de la Europa medieval, estas apariciones eran recibidas gratamente por el clero católico romano. Las leyendas influían en las apariciones y viceversa. En una época acosada por la sequía, las epidemias y la guerra, sin servicios sociales o médicos disponibles para la mayoría, que desconocía la ilustración pública y el método científico, el pensamiento escéptico era raro. Descubrir que uno es abducido por extraterrestres sirve al menos para romper la rutina cotidiana. Se consigue la atención de los demás, de los terapeutas e incluso de los medios de comunicación. Produce una sensación de descubrimiento, alegría, respeto. Sea cual sea la razón para emprender este camino, sin duda debe de ser mucho más satisfactorio convencer a los demás de que uno ha sido elegido por seres superiores para sus propósitos enigmáticos.


CAPITULO 9
TERAPIA
Es concebible que algunos relatos de abducciones por extraterrestres puedan disfrazar recuerdos de violación y abuso sexual en la infancia. Seguramente es más reconfortante creer que fue un extraterrestre quien abusó de uno que pensar que fue alguien en quien uno confía y a quien ama. Lo que una mente crítica podría reconocer como alucinación o sueño, una más crédula lo interpreta como una visión de una realidad externa elusiva pero profunda. Hace un siglo, Sigmund Freud introdujo el concepto de represión, la supresión de acontecimientos a fin de evitar el dolor físico, un mecanismo esencial para la salud mental.

Por un lado, ignorar insensiblemente acusaciones horripilantes de abuso sexual puede ser una injusticia despiadada. Por otro lado, manipular los recuerdos de la gente, infundir falsas historias de abuso infantil, destrozar familias intachables e incluso enviar a la cárcel a unos padres inocentes, es una injusticia despiadada. Si hay personas que con gran pasión y convicción pueden ser llevadas a recordar que han sido víctima de abuso por parte de sus padres sin ser verdad, Muchos de los que alegan esos abusos satánicos describen grotescos rituales orgiásticos en los que se matan y comen bebés. A lo largo de toda la historia europea, ciertos grupos han sido injuriados por sus detractores por medio de varis tipos de declaraciones. Los que están convencidos de que los cultos del diablo representan un serio peligro para nuestra sociedad tienden a ser impacientes con los escépticos. En algunas de sus declaraciones parece creer que la CIA ha realizado experimentos de control mental de carácter nazi y satánicos sobre decenas de miles de confiados ciudadanos americanos. Frankel apunta que, del mismo modo que hacen retroceder a la gente para que recupere recuerdos supuestamente olvidados de «vidas anteriores», los terapeutas también pueden hacer que avancen bajo hipnosis para «recordar» su futuro.

 La mayoría de estos terapeutas arguyen que su responsabilidad es ofrecer apoyo a sus pacientes y no cuestionarlos, mostrarse escépticos o plantear dudas. Aceptan todo lo que se les presenta, por extraño que sea. Con gran alivio, encontraron un terapeuta favorable que no sólo aceptó sus historias a pies juntillas sino que conocía cientos de historias sobre cuerpos extraterrestres y el encubrimiento a alto nivel de los ovnis por parte del gobierno. A veces, al «caer» dormidos, tenemos la sensación de tambaleamos desde una altura y que nuestras extremidades se agitan por su cuenta. Se llama reflejo de sobresalto. ¿Por qué tenemos que imaginar que «rememoramos» mejor (maravillosa palabra) que cuando estamos en tierra firme?





CAPÍTULO 10
UN DRAGÓN EN EL GARAJE
A lo largo de los siglos ha habido innumerables historias de dragones, pero ninguna prueba real. ¡Qué oportunidad! —Enséñemelo —me dice usted. Oh, está aquí —contesto yo moviendo la mano vagamente—. Me olvidé de decir que es un dragón invisible. Y así sucesivamente. Yo contrarresto cualquier prueba física que usted me propone con una explicación especial de por qué no funcionará. Imaginemos que las cosas hubieran ido de otro modo. El dragón es invisible, de acuerdo, pero aparecen huellas en la harina cuando usted mira. Su detector de infrarrojos registra algo. La pintura del spray revela una cresta dentada en el aire delante de usted. Ahora otro guión: imaginemos que no se trata sólo de mí. Especulamos sobre lo que significaría que hubiera realmente dragones escondidos en los garajes de todo el mundo y que los humanos acabáramos de enterarnos. La magia requiere la cooperación tácita de la audiencia con el mago: una renuncia al escepticismo o lo que se describe a veces como la suspensión voluntaria de la incredulidad. Pero sabemos que las alucinaciones surgen por privación sensorial,
drogas, enfermedades y fiebres, falta de sueño REM, cambios en la química
cerebral, y así sucesivamente.

Lindner señaló algunas contradicciones aparentes en los documentos y pidió a Alien que las resolviera. Para ello, el físico tema que volver a entrar en el futuro con el fin de encontrar las respuestas. Sin hacerse de rogar, Alien llegaba a la siguiente sesión con un documento aclarador escrito con su letra. Consideremos una aproximación muy diferente a la búsqueda de extraterrestres: la búsqueda por radio de vida inteligente. ¿En qué se diferencia de la fantasía y la pseudociencia? En Moscú, a principios de la década de los sesenta, los astrónomos soviéticos dieron una conferencia de prensa en la que anunciaron que la intensa emisión de radio de un misterioso objeto distante llamado CTA-102 variaba regularmente, como una onda sinusoide, con un período de unos cien días.
Me haría muy feliz que los defensores de los platillos volantes y los que creen en abducciones por extraterrestres tuvieran razón y contáramos con pruebas reales de vida extraterrestre para poderlas examinar. Sin embargo nos piden que tengamos fe.

La teoría de Kaluza-Klein postula un universo de once dimensiones. Mack presenta una idea totalmente científica como la clave de «fenómenos» que están más allá del alcance de la ciencia. Muchas casas de Norteamérica tienen ahora sistemas de alarma moderadamente sofisticados contra los ladrones, incluyendo sensores infrarrojos y cámaras que se disparan con el movimiento. Una cinta de vídeo auténtica, con la hora y la fecha indicados, que mostrase una incursión de extraterrestres —especialmente cuando atraviesan las paredes— podría ser una prueba muy buena. Si millones de americanos han sido abducidos, ¿no es raro que ni uno de ellos viva en una casa así? Hay un genuino filón científico en los ovnis y las abducciones por extraterrestres... pero creo que el carácter que los distingue es casero y terrestre.





CAPÍTULO 11

 LA CIUDAD DE LA AFLICCIÓN

Los relatos de abducción por extraterrestres proporcionan una ventana inesperada para ver las vidas de algunos compatriotas nuestros. El doctor Moody ha dedicado la vida a buscar pruebas de vida después de la muerte. Si mi testimonio es digno de ser citado, creo que está claro que no ha encontrado gran cosa. Hay algo en este tema que no parece propiciar la claridad de pensamiento hay una muestra representativa de correo sobre el tema: cómo pueden describir nuestros animales sus encuentros con nosotros. No sé si esa gente son una especie de demonios o si verdaderamente no existen.

¿Cuántas hembras humanas que tuvieron la desgracia de ser violadas tuvieron la previsión de cogerle el carnet de identidad a su atacante, una fotografía del violador o cualquier otra cosa que pudiera ser usada como prueba para alegar una violación? Soy una abuela de cuarenta y siete años que ha sido víctima de este fenómeno desde la más tierna infancia. Los ovnis no existen. Creo que eso exige una fuente de energía eterna, y eso no existe... He hablado con Jesús. En la Biblia se habla de cuerpos terrestres y celestiales. Eso no equivale a decir que Dios aprueba el abuso sexual o que estamos locos. Creo que he encontrado una explicación científica terrestre plausible para las numerosas denuncias de ovnis.

Mi amigo Frankie quiere que al volver le traiga un cenicero o una caja de cerillas, pero creo que, probablemente, esos visitantes son demasiado inteligentes para fumar.
• Tengo la sensación de que el fenómeno de la abducción por extraterrestres es poco más que una secuencia de sueños recuperada indirectamente del almacén de la memoria. Gracias al Tribunal Supremo... América está abierta de par en par a las religiones paganas orientales, bajo los auspicios de Satanás y sus demonios, y ahora tenemos unos seres grises de un metro que secuestran a los terrícolas y realizan toda suerte de experimentos con ellos. Algunos de esos seres son capaces de interceptar el cuerpo espiritual cuando viaja.

Los extraterrestres pueden estar uno o dos pasos por delante del pensamiento de los científicos y saben cómo pueden dejar tras ellos claves insuficientes que puedan satisfacer a los del tipo de Sagan. El Homo sapiens se modeló genéticamente, creado inicialmente como sustituto de trabajadores. El gobierno gasta millones de dólares de impuestos para investigar los ovnis.

Después de una experiencia así, no creo que hubiera podido darme la vuelta para seguir durmiendo y ya está.
• Creo en los finales felices. Siempre he creído en ellos. ¿Quién es realmente el responsable de este planeta?

CAPÍTULO 12

EL SUTIL ARTE DE DETECTAR

Los humanos se comportan como humanos. Más de un tercio de los adultos de Estados Unidos cree que ha establecido contacto a algún nivel con los muertos. ¿Por qué Alejandro Magno nunca nos habla de la localización exacta de su tumba, Fermat de su último teorema, John Wiikes Booth de la conspiración para asesinar a Lincoln o Hermann Góring del incendio del Reichstag? Si se anunciara alguna prueba consistente de que hay vida después de la muerte, yo la examinaría ansioso; pero tendría que tratarse de datos científicos reales, no meramente anecdóticos.

La gente presta atención a esas fantasías pueriles sobre todo porque prometen algo parecido a la religión de otros tiempos, especialmente vida después de la muerte, incluso vida eterna. Así pues, en un universo infinitamente viejo con un número infinito de apariciones de galaxias, estrellas, planetas y vida, debe reaparecer una Tierra idéntica en la que nos reuniremos con nuestros seres queridos. Podré volver a ver a mis padres y presentarles a los nietos que nunca conocieron. Y todo eso no ocurrirá una vez, sino un número infinito de veces. En nuestra época tenemos criterios menos severos. Hablamos a los niños de Papá Noel y el ratoncito Pérez por razones que creemos emocionalmente sólidas, pero los desengañamos de esos mitos antes de hacerse mayores. ¿Por qué retractarnos? Porque su bienestar como adultos depende de que conozcan el mundo como realmente es.

 Enloquecidas víctimas del cáncer emprenden un peregrinaje hacia las Filipinas, donde «cirujanos psíquicos», después de haber manoseado trozos de hígado de pollo o corazón de cabra, dicen que han llegado a las entrañas del paciente para retirar el tejido enfermo, que luego es expuesto triunfalmente. Todo eso son casos de camelo presunto o demostrado. Aparece un
engaño, a veces inocentemente pero en colaboración, a veces con cínica premeditación. Normalmente la víctima se ve sometida a fuertes emociones:
maravilla, temor, avaricia, pesar. La confianza en los experimentos cuidadosamente diseñados y controlados es clave, como he intentado subrayar antes. Los experimentos de control son esenciales. Sería normal pensar que antes de denunciar descubrimientos que no les gustan, las empresas principales dedicarían considerables recursos a comprobar la seguridad de los productos que se proponen fabricar. El tabaco es adictivo; según muchos criterios, más todavía que la heroína o la cocaína. Hay una razón para que uno, como decía un anuncio de la década de los cuarenta, «ande una milla en busca de un Camel». La credulidad mata.


BIMESTRE 3


CAPÍTULO 13

OBSESIONADO CON LA REALIDAD

En los límites de la ciencia y a veces como atavismo del pensamiento precientífico, hay una serie de ideas al acecho que son atractivas, o al menos modestamente intrigantes, pero que no han sido tamizadas a conciencia con el equipo de detección de camelos, al menos por

parte de sus defensores. El filósofo judío español del siglo XV. Moisés Maimónides, va más

allá del Deuteronomio porque explícita que esas pseudociencias no funcionan: Hay algunas declaraciones difíciles de comprobar: por ejemplo, que una expedición no consiga encontrar el fantasma del brontosaurio no quiere decir que no exista. La ausencia de prueba no es prueba de ausencia. La parapsicóloga Susan Blackmore describe uno de los pasos en su

transformación a una actitud más escéptica sobre los fenómenos «psíquicos» Es poco probable que algunas de esas declaraciones paranormales puedan ser verificadas un día con datos científicos sólidos. Algunos usan sus conocimientos para poner en evidencia a los

charlatanes que hay entre sus filas y fuera de ellas. Un ladrón se dispone a cazar a otro ladrón. Pocos reaccionan a este desafío con tanta energía como James Randi, que se describe a sí mismo con precisión como un hombre enfadado. Casi la mitad de los norteamericanos cree que existe lo que se llama curación psíquica o espiritual. A lo largo de la historia humana se han asociado las curas milagrosas a una amplia variedad de curanderos, reales o imaginarios. La escrófula, una especie de tuberculosis, se llamaba en

Inglaterra y se suponía que sólo podía ser curada mediante la mano del rey. En un estudio más controvertido, los psiquiatras de la Universidad de Stanford dividieron en dos grupos a ochenta y seis mujeres con metástasis de cáncer de pecho: animaron a un grupo a examinar sus temores ante la muerte y a intervenir en sus vidas mientras el otro no recibía ningún tipo de apoyo psiquiátrico especial. Para sorpresa de los investigadores, el grupo receptor

de apoyo no sólo experimentaba menos dolor, sino que también vivía más: un promedio de dieciocho meses más.  El texto de Las enseñanzas de Carlos fue escrito por Randi. Lo

redactaron Álvarez y él precipitadamente en pocas horas en un ordenador portátil.

Los medios de comunicación australianos se sintieron traicionados por uno de los suyos. El principal programa de televisión del país se tomó la molestia de poner en evidencia la mala calidad del nivel de comprobación de datos y la extendida credulidad de las instituciones dedicadas a las noticias y asuntos públicos. Un científico pone un anuncio en un periódico de París ofreciendo un horóscopo gratis. Recibe unas ciento cincuenta respuestas en las que se

detalla, como pedía, el lugar y fecha de nacimiento. Todos los participantes reciben a continuación un horóscopo idéntico, junto con un cuestionario donde se les pregunta sobre la precisión de las afirmaciones. El noventa y cuatro por ciento de los que contestan (y el noventa por ciento de sus familias y amigos) contestan que, cuando menos, podían reconocerse en el horóscopo. El examen escéptico no es sólo un equipo de herramientas para desarraigar las tonterías y crueldades que buscan sus víctimas entre las personas menos capaces de protegerse a sí mismas y con mayor necesidad de nuestra compasión, gente a la que se ofrece poca esperanza.

 CAPÍTULO 14

ANTICIENCIA

El ritmo acelerado de cambios en la ciencia es responsable en parte del ardor que provoca. Justo cuando empezamos a entender algo de lo que hablan los científicos, nos dicen que ha dejado de ser verdad. Imagine que usted quiere saber seriamente de qué va la mecánica

cuántica. Primero tiene que adquirir una base matemática, en la que el dominio de cada disciplina matemática le lleva al umbral de la siguiente. A su vez, debe aprender aritmética, geometría euclidiana, álgebra superior, cálculo diferencial e integral, ecuaciones diferenciales ordinarias y parciales, cálculo vectorial, ciertas funciones especiales de física matemática, álgebra matricial y teoría de grupos. Ahora supongamos que quisiéramos aproximarnos con escepticismo a alguna religión oscura, doctrina de la Nueva Era o sistema chamanista de creencias. Tenemos la mente abierta, entendemos que aquí hay algo interesante, nos presentamos al practicante y le pedimos un resumen inteligible. Ciertos tipos de conocimiento popular son válidos e inestimables. Otros, en el mejor de los casos, son metáforas y codificadores. La etnomedicina, sí; la astrofísica, no. Ciertamente, es verdad que todas las creencias y todos los mitos son merecedores de respeto. Y, sin embargo, ¿quién podría negar que hay secuencias reales de hechos históricos, con hilos causales reales, aunque nuestra capacidad de reconstruirlos en su totalidad sea limitada, aunque la señal esté perdida en un estruendoso océano de autocomplacencia? El peligro de la subjetividad y el prejuicio ha estado claro desde el principio de la historia. Pero, en muchas cuestiones de la ciencia, se puede volver a repetir el hecho todas las veces que se quiera, examinarlo de una manera nueva, comprobar una amplia serie de hipótesis alternativas. Los posmodernos han criticado la astronomía de Kepler porque surgió de sus puntos de vista religiosos monoteístas medievales; la biología evolutiva de Darwin por estar motivada por un deseo de perpetuar los privilegios de la clase social de la que procedía o para justificar su supuesto ateísmo previo. Si pudiéramos censurar a Darwin, ¿qué otros tipos de conocimiento no podríamos censurar también? ¿Quién ejercería la censura? ¿Quién de nosotros es lo bastante sabio para saber de qué información e ideas podemos

prescindir con seguridad y cuál de ellas será necesaria de aquí diez, cien o mil años en el futuro? Sin duda podemos hacer cierta valoración de qué tipos de máquinas y productos vale la pena desarrollar. Los americanos tendemos a menear la cabeza con asombro ante esta experiencia soviética. La ciencia es diferente de muchas otras empresas humanas; no, desde luego, porque sus practicantes estén influenciados o no por la cultura en la

que crecieron. Por oportunismo y timidez, podríamos ser vapuleados por cualquier

brisa ideológica sin tener nada de valor duradero a lo que agarrarnos.

 CAPITUL0 15

EL SUEÑO DE NEWTON

Por «el sueño de Newton», el poeta, pintor y revolucionario William Blake parece referirse a una visión de túnel en la perspectiva de la física de Newton, como también a la propia liberación (incompleta) de éste del misticismo. Es irritante que la ciencia pretenda fijar límites en lo que podemos hacer, aunque sea en principio. ¿Quién dice que no podemos viajar más de prisa que la luz? Solían decirlo del sonido, ¿no es cierto? En realidad, una declaración bastante completa y breve de las leyes de la naturaleza, de cómo funciona el universo, se refleja en una lista de prohibiciones como ésta. Desde luego, en el sistema solar no hay engranajes y las partes componentes del mecanismo de reloj gravitacional no se tocan. Lo asombroso es que se pueda aplicar una matemática similar a los planetas y a los relojes. Recuerdo muy bien que, cuando se dilucidó por primera vez la estructura molecular del ADN y la naturaleza del código genético en las décadas de los cincuenta y sesenta, los biólogos que estudiaban organismosncompletos acusaban a los nuevos investigadores de la biología molecular de reduccionismo. Desde luego, podemos cometer errores al aplicar un programa reduccionista a la ciencia. Puede haber aspectos que, por lo que sabemos, no

sean reducibles a unas cuantas leyes relativamente simples. Pero, a la luz de los descubrimientos de los últimos siglos, parece una insensatez quejarse de reduccionismo. Moisés Maimónides, en su Guía para perplejos, mantenía que sólo se podía conocer verdaderamente a Dios si se permitía un estudio libre y abierto de la física y la teología. Me parece que en cada uno de estos casos, religioso o secular, salimos ganando si conocemos la mejor aproximación posible a la verdad... y si mantenemos la conciencia atenta a los errores cometidos por nuestro grupo de interés o sistema de creencia en el pasado.


CAPÍTULO 16

CUANDO LOS CIENTÍFICOS CONOCEN EL PECADO

El director científico comentó lúgubremente que los científicos tenían las manos manchadas de sangre, que habían conocido el pecado. Más tarde, Truman comunicó a sus ayudantes que no quería ver nunca más a Oppenheimer. A veces los científicos lo intentan de los dos modos: aceptar el mérito por aquellas aplicaciones de la ciencia que enriquecen nuestras vidas, pero distanciarse de los instrumentos de muerte, tanto intencionados como inadvertidos, que también se derivan de la investigación científica. La técnica de fabricación de un arma nuclear se suele atribuir a Teller y al matemático Stanislas Ulam. Hans Bethe, el físico premio Nobel que dirigía la división técnica del «Proyecto Manhattan» y que tuvo un papel destacado en el desarrollo de las bombas atómica y de hidrógeno, atestigua que la sugerencia original de Teller era errónea y que fue necesario el trabajo

de muchas personas para hacer realidad el arma termonuclear. Los descensos de la temperatura global que se predecían en el informe científico original sobre el invierno nuclear (1983) eran de 15-20 °C; las estimaciones actuales son de 10-15 °C. Teller ha tenido una influencia decisiva para impedir la firma de un tratado que prohibiera las pruebas de armas nucleares. Dificultó en gran manera la consecución de un tratado de limitación de pruebas (en superficie). Teller también ha defendido el desarrollo de ojivas nucleares

Penetrantes —para poder alcanzar y eliminar centros de comandos y refugios bajo tierra de los líderes (y sus familias) de una nación adversaria. Cuando la investigación científica proporciona unos poderes formidables, ciertamente temibles, a naciones y líderes políticos falibles, aparecen muchos peligros: uno es que algunos científicos implicados pueden

perder la objetividad. Como siempre, el poder tiende a corromper. Entre los cazadores y recolectores Kung San del desierto del Kalahari, cuando dos hombres, quizá inflamados por la testosterona, empiezan a discutir, las mujeres les quitan las flechas envenenadas y las

ponen fuera de su alcance. Hoy en día, nuestras flechas envenenadas pueden destruir la civilización global y posiblemente aniquilar a nuestra especie.


CAPÍTULO 17

UN MATRIMONIO ENTRE EL ESCEPTICISMO Y EL ASOMBRO

Cuando al atestiguar en un juicio se nos pide que juremos decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad», se nos pide lo imposible. Simplemente, es superior a nuestros poderes. En el proceso de selección de un jurado, el tribunal necesita la garantía de que el veredicto se base en las pruebas. La ciencia, aplicada con coherencia, a cambio de sus muchos dones impone cierta carga onerosa: se nos exhorta, Cuando los antropólogos revisan los miles de culturas y etnias distintas que comprende la familia humana, se sorprenden de que haya tan pocas características constantes y siempre presentes por muy exótica que sea la sociedad. El científico que propuso por primera vez consagrar la duda como

una virtud principal de la mente inquisidora dejó claro que era una herramienta y no un fin en sí misma. Muchos sistemas pseudocientíficos y de la Nueva Era surgen de la insatisfacción con los valores y perspectivas convencionales... y son por tanto en sí mismos una especie de escepticismo. En Ciencia en la Nueva Era se comenta el escepticismo pero no se entiende, y sin duda no se practica. Se citan todo tipo de declaraciones paranormales. Quizá un uno por ciento de las veces una idea que parece no diferenciarse demasiado de las habituales de la pseudociencia resultará ser verdad. Quizá se encontrará en el lago Ness o en la República del Congo algún reptil no descubierto, un remanente del período cretácico. La declaración subrayaba que no se nos ocurre ningún mecanismo mediante el cual pueda funcionar la astrología. Es ciertamente un punto relevante, pero poco convincente por sí mismo. n el corazón de la ciencia hay un equilibrio esencial entre dos actitudes aparentemente contradictorias: una apertura a nuevas ideas, por muy extrañas y contrarias a la intuición que sean, y el examen escéptico más implacable de todas las ideas, viejas y nuevas. Si uno es sólo escéptico, las nuevas ideas no le llegarán. Tanto el escepticismo como el asombro son habilidades que requieren atención y práctica.

CAPÍTULO 18

EL VIENTO LEVANTA POLVO

¿Por qué tanta gente encuentra que la ciencia es difícil de aprender y difícil de enseñar? Las plantas y los animales se empezaron a domesticar y la civilización empezó hace sólo diez mil o doce mil años. El experimento jónico tiene dos mil quinientos años de antigüedad. Creo que el impedimento para el pensamiento científico no es la dificultad del tema. Los matemáticos griegos dieron un brillante paso adelante. Por otro lado, la ciencia griega —con sus primeros pasos rudimentarios y a menudo no contrastados por el experimento— estaba llena de errores. A pesar del hecho que no podemos ver en la oscuridad total, creían que la visión depende de una especie de radar que emana del ojo, rebota en lo que vemos y vuelve

al ojo. A menudo, las mismas autoridades eclesiásticas y seculares imponen la superstición y la injusticia trabajando conjuntamente. Según el antropólogo Richard Lee, analizaban la forma de las depresiones. Las huellas de un animal que se mueve de prisa muestran una

simetría más alargada. Un animal ligeramente cojo protege la pata afligida, le pone menos peso y deja una huella más suave. Un animal más pesado deja un hueco más ancho y profundo. Las manadas que van al galope detestan el sol caliente. Los animales utilizarán todas las sombras que puedan encontrar. Alterarán el curso para aprovecharse unos momentos de la sombra de un bosque de árboles. Pero el lugar de la sombra depende del momento del día, porque el sol se mueve a través del cielo. Sin embargo, alguien tuvo que fijar todos esos protocolos para seguir rastros por primera vez, quizá algún genio del paleolítico, o más probablemente una sucesión de genios en épocas y lugares muy separados. Sin embargo, alguien tuvo que fijar todos esos protocolos para seguir rastros por primera vez, quizá algún genio del paleolítico, o más probablemente una sucesión de genios en épocas y lugares muy separados. El desarrollo de habilidades para seguir pistas ofrece una ventaja

selectiva evolutiva poderosa. No creo que la ciencia sea difícil de enseñar porque los humanos no estén preparados para ella, o porque sólo surgió por chiripa, o porque, en

general, no tenemos poder mental para intentar resolverla. En cambio, el enorme celo por la ciencia que veo en los estudiantes de primeros cursos y la lección de los cazadores-recolectores que quedan hablan con elocuencia: tenemos una inclinación profunda por la ciencia, en todos los tiempos, lugares y culturas. Ha sido el medio de nuestra supervivencia.

 CAPÍTULO 19

NO HAY PREGUNTAS ESTÚPIDAS

En un mundo en transición, estudiantes y profesores necesitan enseñarse a sí mismos una habilidad esencial: aprender a aprender. Excepto para los niños (que no saben lo suficiente como para dejar de hacer las preguntas importantes), Pero cuando hablo con estudiantes de instituto encuentro algo diferente. Memorizan «hechos» pero, en general, han perdido el placer del descubrimiento, de la vida que se oculta tras los hechos. Han perdido gran

parte del asombro y adquirido muy poco escepticismo. Hay mejores respuestas que decirle al niño que hacer preguntas profundas es una especie de pifia social. Si tenemos una idea de la respuesta, podemos intentar explicarla. Aunque el intento sea incompleto, sirve como

reafirmación e infunde ánimo. He conocido muchas personas que se sienten ofendidas por la

evolución, que preferirían apasionadamente ser la obra artística personal de Dios que haber surgido del fango por fuerzas físicas y químicas ciegas desarrolladas durante eones. Pero la

evolución sigue teniendo detractores, irónicamente entre aquellos cuyo propio ADN la proclama... en las escuelas, en los tribunales, en las editoriales de libros de texto, y en la cuestión de cuánto dolor podemos infligir a otros animales sin cruzar algún umbral ético. El místico William Blake miró fijamente al sol y vio ángeles, mientras otros, más mundanos, «sólo percibían un objeto de las medidas y el color de una guinea dorada». Siempre que pienso en alguno de estos descubrimientos siento un escalofrío de entusiasmo. ¿Qué datos se necesitan para tomar una decisión prudente? • Las mediciones sensibles de corrientes eléctricas en el cerebro humano muestran que cuando ocurren ciertos recuerdos o procesos mentales entran en acción regiones particulares del cerebro. • Un cáncer creciente envía un boletín a las células que revisten los vasos sanguíneos: «Necesitamos sangre», dice el mensaje. • El cuerpo humano utiliza un ácido clorhídrico concentrado en el estómago para disolver la comida y favorecer la digestión. ¿Por qué tiene que ser tan difícil para los científicos transmitir la ciencia? Algunos científicos —incluyendo algunos muy buenos— me dicen que les encantaría hacer divulgación, pero carecen de talento para ello. El apoyo a gran escala del gobierno a la ciencia es relativamente reciente. Yo sostengo que la divulgación de la ciencia tiene éxito si, de entrada, no hace más que encender la chispa del asombro. Sostengo que la ciencia es una herramienta absolutamente esencial para toda sociedad que tenga la esperanza de sobrevivir hasta el próximo siglo con sus valores fundamentales intactos... no sólo la ciencia abordada por sus practicantes, sino la ciencia entendida y abrazada por toda la comunidad humana.


CAPÍTULO 20

LA CASA EN LLAMAS

Una de las razones que hace tan interesante escribir para la revista Parade es lo que recibo a cambio. Un profesor de décimo curso de Minnesota hizo copias del artículo y animó a los alumnos a decirme lo que pensaban.

• No hay americanos estúpidos.

 • Nuestra sociedad va tirando con los descubrimientos que hacemos. Es verdad que algunos niños americanos no lo intentan pero, si quisiésemos, podríamos ser más listos que cualquier otro país.

• A lo mejor, si los profesores fueran más interesantes, los chicos querrían aprender.

 • Francamente, me cuesta creer los datos sobre la ciencia en Estados Unidos.

En general, estos estudiantes no creen que exista un problema serio; y, si existe, no puede hacerse gran cosa al respecto. Los padres también tenían mucho que decir sobre los profesores, y algunos comentarios de éstos eran un eco de los suyos. • Estamos criando una colección de imbéciles.

• Se debería dar una recompensa a los profesores según su rendimiento.

También había muchas opiniones apasionadas y muy controvertidas que, como mínimo, dan una idea de lo mucho que piensa la gente en este tema.¨Por ejemplo:

•Yo no quiero que mejore la educación.

• La ciencia se ha desacreditado a sí misma.

• El sistema escolar tiene suficiente dinero.

No hay una única solución al problema del analfabetismo en ciencia, o en matemáticas, historia, inglés, geografía y muchas de las otras habilidades que nuestra sociedad necesita. Sé muy bien por propia experiencia el beneficio que puede reportar a un niño tener unos padres con un poco de cultura y capaces de transmitirla. El problema de la educación pública en ciencia y otras disciplinas es tan profundo que es fácil desesperarse y llegar a la conclusión de que no se resolverá nunca. Levin y Levine creyeron que la ciencia debía llegar a todos. Su comunidad estuvo de acuerdo y se comprometió a realizar el sueño. En el

primer año visitaron el Centro de Ciencia cincuenta y cinco mil personas de los cincuenta estados y de sesenta países.

CAPÍTULO 21

EL CAMINO DE LA LIBERTAD

Frederick Bailey era un esclavo. En Maryland, en la década de 1820,

era un niño sin madre ni padre que le cuidasen. Había una norma muy reveladora: los esclavos debían seguir siendo analfabetos. Cuando Frederick ya empezaba a deletrear palabras de tres o cuatro letras, el capitán Auld descubrió lo que sucedía. Furioso, ordenó a Sophia que dejara aquello inmediatamente. El hecho de saber leer jugó un papel clave en su fuga. Bailey escapó a Nueva Inglaterra, donde la esclavitud era ilegal y los negros eran libres. Según algunos estudios, la alfabetización de los afroamericanos ha progresado mucho desde la emancipación. En 1860 se estima que sólo cerca del cinco por ciento de afroamericanos sabían leer y escribir. En 1890 se consideró alfabetizado un treinta y nueve por ciento, según el censo de Estados Unidos y, en 1969, el noventa y seis por ciento. Es preciso asimilar, hasta convertirlas en una segunda piel, docenas de letras mayúsculas y minúsculas, símbolos y señales de puntuación, memorizar cómo se deletrea cada palabra y aprender una serie de normas rígidas y arbitrarias de gramática. Recientes investigaciones demuestran que cuando los niños no comen lo suficiente terminan con una disminución de la capacidad de entender y aprender («deterioro cognitivo»). Eso no sólo ocurre cuando el

hambre es atroz. Lo que en otros tiempos se consideraba una desnutrición relativamente ligera, ahora se cree potencialmente asociado al deterioro cognitivo de toda la vida. Pero no todos los daños son reversibles. Sus causas (tanto si son biológicas, como psicológicas o ambientales) suelen ser indeterminadas. El Centro Nacional de Alfabetismo Familiar, con sede en Louisville. Kentucky, ha estado aplicando programas dedicados a familias con bajos

ingresos para enseñar a leer tanto a los niños como a sus padres. Tiranos y autócratas han entendido siempre que el alfabetismo, el conocimiento, los libros y los periódicos son un peligro en potencia. Aunque tengamos el corazón endurecido ante la vergüenza y la miseria que experimentan las víctimas, el coste del analfabetismo para todos es muy alto: el coste en gastos médicos y hospitalización, el coste en crimen y prisiones, el coste en educación especial, el coste en baja productividad y en mentes potencialmente brillantes que podrían ayudar a resolver los problemas que nos preocupan.}

 Frederick Douglas después de la fuga

Cuando tenía apenas veinte años, huyó hacia la libertad. Nunca volvió a la esclavitud. En cambio, como autor, editor y productor de periódicos, como orador en Estados Unidos y en el extranjero, y como primer afroamericano que ocupó una alta posición de asesoría en el gobierno, dedicó el resto de su vida a luchar por los derechos humanos. La noche del 20 de febrero de 1895 —más de treinta años después de la Emancipación—, tras una aparición en un mitin por los derechos de la mujer junto a Susan B. Anthony, sufrió un colapso y murió.

CAPÍTULO 22

ADICTOS DEL SIGNIFICADO

luchar por conseguir más ciencia real en televisión parece ingenuo y desesperado. Pero los propietarios de cadenas y productores de televisión tienen hijos y nietos cuyo futuro, como es lógico, los preocupa. El béisbol y el fútbol tienen antecedentes aztecas. Desde que empezaron a aparecer regularmente en televisión los partidos de la NBA, me di cuenta de que podrían utilizarse para enseñar ciencias y matemáticas. En el aula, en los periódicos y la televisión, ¿por qué no usamos los deportes para enseñar ciencia? En todos los deportes, los jugadores parecen actuar a rachas. En baloncesto se llama tener la mano caliente. Es casi imposible que les salga algo mal. Las rachas, lejos de ser curiosas, se esperan incluso de

acontecimientos aleatorios. «Científico, sí; loco, no», dice riendo el científico chiflado en

Gilligan's Island mientras ajusta el mecanismo electrónico que le permite controlar la mente de otros para sus aviesos propósitos. El mensaje que se transmite al público infantil es que la ciencia es peligrosa y los científicos algo peor que malvados: están enloquecidos. Vivimos en una era compleja en la que muchos de los problemas a que nos enfrentamos, sean cuales sean sus orígenes, sólo pueden tener soluciones que implican una comprensión profunda de la ciencia y la tecnología: la sociedad moderna necesita desesperadamente las mejores mentes disponibles para buscar soluciones a estos problemas. Hay otros defectos evidentes en la programación de la ficción científica de televisión. «Star Trek», por ejemplo, a pesar de su encanto y su acusada perspectiva internacional y entre distintas especies, ignora a menudo los hechos científicos más elementales. En la televisión hay gran cantidad de pseudociencia para los crédulos y una cantidad razonable de medicina y tecnología, pero prácticamente nada de ciencia, especialmente en los grandes canales comerciales, cuyos ejecutivos tienden a pensar que programar ciencia significa un descenso en la audiencia y la pérdida de beneficios, y no les importa nada más. ¿Cómo podríamos poner más ciencia en la televisión? • Una serie en capítulos sobre malas interpretaciones y errores fundamentales de científicos famosos, líderes nacionales y figuras religiosas. • Una serie de debates televisados poco caros, cada uno quizá de una hora, en el que los productores dedicarían un presupuesto a gráficas informáticas para cada bando, el moderador exigiría rigurosos niveles de pruebas sobre una amplia serie de temas expuestos. Hay una necesidad apremiante de un mayor conocimiento público de la ciencia.

CAPITULO 23

MAXWELL Y LOS «BICHOS RAROS»

Abundan los estereotipos. Se hacen estereotipos de grupos étnicos, de ciudadanos de otras naciones y religiones, de géneros y preferencias sexuales, de personas nacidas en distintos momentos del año (la astrología de los signos del Sol) y de las profesiones. Los observadores eventuales de reuniones de escépticos, y los que han echado una ojeada a la lista de miembros del CSICOP, habrán constatado una gran preponderancia de hombres. Una de las profesiones estereotipadas es la ciencia. Desde luego, eso es un estereotipo. Hay científicos que van vestidos con elegancia, que son de lo más enrollado, con los que muchas personas querrían salir, que no llevan una calculadora oculta en los actos sociales. Igual que la imagen del científico loco con la que está estrechamente relacionado, el estereotipo del científico «bicho raro» es dominante en nuestra sociedad. Probablemente surgirán algunos inventos útiles de una empresa así. Siempre ocurre cuando se gastan grandes cantidades de dinero en tecnología. Pero casi seguro que el Proyecto Westminster fracasará. Maxwell hizo enormes contribuciones a la astronomía y la física, desde la demostración concluyeme de que los anillos de Saturno están compuestos de pequeñas partículas hasta las propiedades elásticas de los sólidos y disciplinas que ahora se llaman teoría cinética de los gases y mecánica estadística. Faraday proponía que el imán tenía un «campo» de fuerza invisible que se extendía hacia el espacio circundante, más fuerte cuanto más cerca de imán y más débil cuanto más lejos. Se necesitan unos cuantos años de física de nivel universitario para entender realmente unas ecuaciones. El acuerdo era demasiado exacto para ser accidental. De pronto, de manera esconcertante, la electricidad y el magnetismo estaban profundamente implicados en la naturaleza de la luz. Toda la idea de luz y materia moviéndose por el éter iba a llevar cuarenta años después a la teoría especial de la relatividad de Einstein, E=mc2, y mucho más. Ningún físico se mostró impaciente con las nociones del sentidocomún y ansioso por reemplazarlas por alguna abstracción matemática que pudiera ser entendida sólo por extraños físicos teóricos. La conexión económica, cultural y política del mundo moderno mediante torres emisoras, enlaces de microondas y satélites de comunicación se remonta a la idea de Maxwell de incluir la corriente de desplazamiento en sus ecuaciones de vacío. Si la reina Victoria hubiera convocado una reunión urgente de sus asesores y les hubiera ordenado que inventaran el equivalente de la radio y la televisión, es poco probable que alguno de ellos hubiera imaginado que el camino pasaba por los experimentos de Ampère, Biot, Oersted y Faraday, cuatro ecuaciones de cálculo vectorial y la idea de conservar la corriente de

desplazamiento en el vacío. Más tarde, Maxwell fue recibido por la reina Victoria. Maxwell se casó joven, pero por lo visto su matrimonio careció tanto de pasión como de hijos. Maxwell se casó joven, pero por lo visto su matrimonio careció tanto de pasión como de hijos. Menos de un siglo después de la predicción de las ondas de radio de Maxwell, se inició la primera búsqueda de señales de posibles civilizaciones en los planetas de otras estrellas. Justo un año después, el Congreso cortó el suministro. El SETI no era de importancia apremiante; su interés era limitado; era demasiado caro. La financiación de la investigación y el desarrollo industrial por parte de las compañías americanas se ha reducido en años recientes. Desde luego hay muchos problemas acuciantes para nuestra nación y para nuestra especie.


CAPITULO 24

CIENCIA Y BRUJERÍA

Sin embargo, según cuenta el historiador Peter Kuznick de la Universidad Americana, un grupo de científicos prominentes —entre los que se encontraban Harold Urey y Albert Einstein— defendía la presentación de la ciencia por sí sola, no como el camino hacia los objetos de consumo a la venta, con el fin de destacar el método de pensamiento. Exactamente medio siglo después, en los años finales de la Unión Soviética, Ann Druyan y yo nos encontrábamos cenando en Peredeikino, un pueblo de las afueras de Moscú donde algunos miembros del Partido Comunista, generales retirados y unos cuantos intelectuales privilegiados tenían su casa de verano. Todavía no se había secado la tinta de la Declaración de Derechos cuando los políticos encontraron una manera de subvertirla... sacando

provecho del temor y la histeria patriótica. La Ley de Sedición convirtió en ilegal la publicación de críticas «falsas o maliciosas» del gobierno o el fomento de la oposición a alguno de sus actos. Si no sabemos de qué somos capaces, no podemos apreciar las

medidas que se toman para protegernos de nosotros mismos. Además, se aplicaban rutinariamente la estrapada, el trampazo y tormentos todavía más desagradables que me abstendré de describir. En Una vela en la oscuridad (1656), Thomas Ady planteó una

cuestión clave: Algunos objetarán que, si las brujas no pueden matar ni hacer muchas

cosas extrañas por brujería, ¿por qué tantas de ellas han confesado haber cometido los crímenes y las cosas extrañas de las que se las acusaba? Gracias a la valentía de los que se opusieron a la persecución de las brujas, a su extensión hasta las clases privilegiadas, al peligro que entrañaba para la creciente institución del capitalismo y, especialmente, a la dispersión

de las ideas de la Ilustración europea, las quemas de brujas prácticamente desaparecieron. En nuestra época, con la fabricación de imágenes fijas realistas, películas y videocintas tecnológicamente a nuestro alcance, con la televisión en todos los hogares y el pensamiento crítico en declive, parece posible reestructurar la memoria social sin que la policía secreta tenga que prestar una atención especial. Es difícil saber en qué va a acabar todo.

El escepticismo tiene por función ser peligroso. El etnocentrismo, la xenofobia y el nacionalismo están actualmente en boga en muchas partes del mundo. Algunos opinaban que a Pauling le gustaba armar líos. Los que ven con malos ojos los cambios sociales pueden sentir la tentación de mirar con sospecha la ciencia como tal. A diferencia de Pauling, muchos científicos consideran que su trabajo es la ciencia, definida con exclusión, y creen que involucrarse en la crítica política o social no es sólo una distracción de la vida científica sino incluso antitético a ella. Mi propósito aquí no es castigar a un científico por sucumbir a las pasiones humanas, sino reiterar este nuevo imperativo: los poderes sin precedentes que

la ciencia pone ahora a nuestra disposición deben ir acompañados de una gran atención ética y preocupación por parte de la comunidad científico.

CAPÍTULO 25

LOS VERDADEROS PATRIOTAS HACEN PREGUNTAS

Es un hecho de la vida en nuestro pequeño planeta asediado que latortura, el hambre y la irresponsabilidad criminal gubernamental son mucho más fáciles de encontrar en gobiernos tiránicos que en los democráticos. No hay ninguna nación en la Tierra que se encuentre en condiciones óptimas para encarar el siglo XXI. Los descubrimientos y las actitudes científicas eran comunes entre los que inventaron a Estados Unidos. Thomas Jefferson era un científico. Así es como se definía él mismo. Cuando uno visita su casa en Monticello, Virginia, sólo atravesar el portal encuentra pruebas por doquier de su interés científico, no sólo en su inmensa y variada biblioteca, sino en las máquinas copiadoras, puertas automáticas, telescopios y otros instrumentos, algunos de ellos justo en el filo de la

tecnología de principios del siglo XIX. Algunos los inventó, otros los copió, otros los adquirió. Jefferson era un estudioso de la historia, no sólo la historia acomodaticia y segura que alaba nuestra propia época, país o grupo étnico, sino la historia real de los humanos reales, nuestras debilidades además de nuestras fuerzas. Si pensamos en los fundadores de Estados Unidos —Jefferson, Washington, Samuel y John Adams, Madison y Monroe, Benjamín Frankiin, Tom Paine y muchos otros—, nos encontramos con una lista de al menos diez y puede que incluso docenas de grandes líderes políticos. Eran cultos. Una razón por la que la Constitución es un documento osado y valiente es que permite el cambio continuo, hasta de la forma de gobierno, si el pueblo lo desea. Mill también escribió: «Si la sociedad permite que un número considerable de sus miembros crezcan como si fueran niños, incapaces de guiarse por la consideración racional de motivos distantes, la propia sociedad es culpable.» Una vez cuestionada la insistencia religiosa en la opinión dominante

de que la Tierra estaba en el centro del universo, ¿por qué aceptar las afirmaciones repetidas con confianza por los jefes religiosos de que Dios envió a los reyes para que nos gobernaran? Gracias a la previsión de los que formularon la Declaración de Derechos —e incluso gracias a todos aquellos que, con un riesgo personal considerable, insistieron en ejercer esos derechos— ahora es difícil acallar la libre expresión. Los comités de bibliotecas escolares, el servicio de inmigración, la policía, el FBI —o el político ambicioso que busca ganar votos fáciles— pueden intentarlo de vez en cuando, pero tarde o temprano

salta el tapón. Sin embargo, con el descenso del nivel de la educación, la decadencia de la competencia intelectual, la disminución del entusiasmo por un debate sustancial En este mundo poseído por demonios que habitamos en virtud de seres humanos, quizá sea eso lo único que nos aisla de la oscuridad que nos rodea.

AGRADECIMIENTOS
Durante muchos años Carl Sagan ha tenido el gran placer de dirigir un seminario sobre Pensamiento Crítico en la Universidad de Cornell. Ha podido seleccionar estudiantes de toda la universidad en base a su capacidad y diversidad cultural y disciplinaria.

Sus opiniones sobre la democracia, el método de la ciencia y la educación pública han recibido la influencia de numerosas personas a lo largo de los años y a muchas de ellas las he mencionado en el texto. Algunas partes de cuatro capítulos de este libro fueron escritas con mi esposa y antigua colaboradora Ann Druyan, Me reconozco afortunado de haber

encontrado una persona a la que admiro por sus consejos y juicio, su sentido del humor y visión valerosa y que es además el amor de mi vida.



FIN